“Cuando oréis decid: Abbá, Padre nuestro…”
Decirle Abbá a Dios es estar seguro de que me quiere. Puedo decirle Padre en la plena confianza de que me ama. Decirle Abba es una respuesta a una iniciativa suya, de derramar sobre mi su propia naturaleza. De haberme dado la vida para que sea dichoso, para que pueda amar y sentirme amado. Me