Hace ya día y medio que hemos llegado a Taiwán, al pueblecito donde Clara-Edu y las niñas están entre los aborígenes… Clara está con un barrigón enorme; las niñas, sobre todo, Martita hablan chino con naturalidad. La incomunicación y la indiferencia aflora por doquier: son gentes fabricadoras de dioses a medida (como entre nosotros), donde reinan la indigencia espiritual, los vicios (el alcohol) y el pecado del mundo. Yo sigo creyendo que la Virgen María sigue mirado a todas estas gentes con inmenso cariño…, tal vez con más que «esos otros» occidentales, pagados de su dios «mamona» y otras corrupciones ocultas…, que aquí casi se palpan.
Todo ha ido bien y bien estamos, con los efectos del «jet-lag», que poco a poco irán desapareciendo y acostumbrándonos a los nuevos horarios (siete horas por delante de vosotros).
Esto es otro mundo muy distinto… Mi inconsciente me traiciona y no puedo disimular mi occidentalidad. Si algún día me pierdo, no me busquéis por estos lares (pero tampoco por Äfrica, Asia (tal vez menos Japón), América Latina…
Esto es el desorden barroco, mezcla de suciedad abigarrada y agobio de multicolores.
La casa de los chicos está limpia y tratamos de comer «otras» cosas distintas de las de aquí…
Jesús, el Hijo de David, también «vive» aquí y está resucitado en medio de tanta mierda, material y espiritual…,aunque no hace falta ir muy lejos para tocarlas con las propias manos, pues no es lo que viene de fuera lo que mancha al hombre, sino lo que tiene dentro de su corazón…
Rezamos diariamente por todos. Seguimos rezando el Rosario.
Hay tres cosas que me han sorprendido: me he encontrado con una imagen preciosa de María Auxiliadora (la Virgen de mi adolescencia y juventud…), portada de un calendario que les regalé (a Clara y Edu); una foto de Don Jesús, el párroco difunto de la parroquia de Nuestra Señora de Fátima (de donde Pierina y yo somos catequistas y donde se casaron ellos) y otra foto de Joaquín (el recuerdo de su funeral)… catequista de Edu cuando estaba en esa parroquia…
Sigamos rezando unos por otros.
Jesús y Pierina