Los cincuenta años del Concilio Vaticano II, los textos de los Padres conciliares no sólo mantienen su valor y esplendor, sino que son una brújula segura en nuestra vida de cristianos.
La nueva evangelización, a la cual urge Benedicto XVI, nos estimula en la responsabilidad que, como laicos, tenemos a la hora de redescubrir la alegría de creer y volver a encontrar el entusiasmo de comunicar la fe, lo cual supone para nosotros, los creyentes, coherencia en el vivir y transmitir la fe que profesamos.
Somos conscientes de que nuestra vocación de laicos es única para llevar la fe a todas las realidades de la sociedad, en primer lugar a la familia. En este sentido, consideramos una necesidad social, e incluso económica, ofrecer a las nuevas generaciones la hermosura de la familia y del matrimonio entre hombre y mujer.
Demandamos de quienes están de-dicados a la política su compromiso y dedicación al bien común, que exige tanto la preparación profesional como verdadero rigor moral. A los católicos que libremente deciden dedicarse a la realización de ese bien común, les pe- dimos, además, coherencia con la fe.
Rechazamos la concepción relativista y positivista de naturaleza y razón, que hoy impregna la cultura occidental, donde prima el aspecto funcional, una amenaza para el ser humano.
Frente al capitalismo financiero, basado en la especulación y el consumismo irracional, defendemos la economía de mercado, herencia del humanismo cristiano, que considera al hombre en su integridad como autor, centro y fin de la vida económico-social.
Defendemos una educación donde a la necesaria formación profesional se una la preocupación por la persona, y donde la fe y la cultura convivan como realidades indisolublemente unidas.
Frente a los agoreros y los que piensan que no hay soluciones, proclamamos nuestra confianza en el ser humano que, mediante una nueva evangelización de la sociedad, la economía y la política, cimentada en la alegría y la esperanza cristiana, será capaz de redescubrir los valores sobre los cuales construir el fu- turo de las nuevas generaciones.
del Manifiesto del XIV Congreso Católicos y vida pública